Todo se llega

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Hablemos de lo que esperas.

Así como el tiempo pasa, así llegan las cosas.

No hay plazo que no se cumpla, ni día que no se acabe.

Y me encanta pensar en esa frase porque engloba todo. Engloba el momento que esperas con ansias, por el que trabajas día a día, por el que pasaste horas pensando cómo sería el resultado.

Pero también, engloba ese momento que quieres que se termine, esa etapa o racha que te quita el sueño y se apodera de tus pensamientos, esa a la que nos cuesta verle el final.

Todo pasa

Nada en la vida es estático, ni para siempre. Ni tú, ni tu realidad, ni los que te rodean. Y por eso todo se llega.

Se llegan tus metas.

Se llegan tus sueños.

Se llegan tus decepciones.

Se llegan tus peores demonios.

Se llegan tus miedos.

Se llega ese amor que soñaste.

Se llega esa realización personal.

Se llega ese inicio de proyectos.

Se llega esa inauguración.

Se llega esa despedida.

Se llega esa edad.

Se llega ese momento.

Y todos y cada uno de esos momentos, son el resultado de la suma de muchas decisiones que hablan de tí, de tu historia, de tu pasado y de tu presente.

Yo te diría, ten paciencia… no vivas pensando que ya quieres que llegue, no vivas esperando el futuro, no te limites a ver lo que tienes ahorita y a recordar todo lo que has vivido.

Vive, sonríe, guarda memorias, aprende, respira, sal y ve las nubes, analiza sus formas y colores que también son cambiantes, también llegan y también se van.

Si estás pasando por una etapa de felicidad reconoce quién eres en ese momento, quiénes están a tu lado y por qué te hace feliz. Guarda ese momento y conviértelo en una gran experiencia.

Si estás pasando por un momento de pena hazte las mismas preguntas y reconoce qué puedes hacer para salir de ahí, pero en ambas situaciones....

Recuerda que TODO PASA.

Cuéntame algo que estés esperando que pase en tu vida.