¿A quién le hablas cuando no amaneces al 100%?

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Hablemos de nuestro diálogo interno.

Hay días que me canso.

Hay días que realmente se sienten como un imposible.

Hay días que retrocedo cuatro pasos cuando había avanzado tres.

Hay días que no me reconozco.

Hay días que decido ser valiente y hablar de eso.

No lo hablo con nadie. Lo hablo conmigo, con mi reflejo en el espejo mientras me peino, mientras me maquillo para tapar mis ojeras que me recuerdan que debí haber dormido un poco más.

Lo hablo en voz alta, no tan alta porque no quiero que nadie más escuche, solo lo suficiente para que yo lo haga, porque nunca es suficiente con solo tenerlo en tu cabeza.

Hace falta decirlo para dejarlo salir. De lo contrario se queda guardado como todas esas fotos que tomaste del pizarrón pensando que después las ibas a ver. La verdad es que en el fondo sabías que nunca sería así. Pero ahí están.. ocupan espacio en tu memoria y cuando intentas limpiar, te vuelves a enfrentar a la decisión de seguir postergando o de revisar

Y cuando por fin estoy hablando conmigo, frente al espejo, me doy cuenta de los gestos que hago cuando soy sincera y cuando no intento contener mi verdadero yo...

Y me libero. Y lloro. Y me libero. Y lloro.

Y después... Nada pasa, ya ha pasado todo. Recuerdo que no debo sentirme mal... Entiendo que a veces es necesario retroceder para agarrar más impulso y entonces me quedo quieta, recuperando mi respiración, mi tranquilidad, pero ahora más real.

No pasa nada. No pasa nada si hoy no amaneciste al 100%, eso no te define. Puedes permitirte sentir eso que traes dentro y luego seguir adelante.

Habla contigo, en tí están todas las respuestas.

Estás bien, sabes.... Todo va a estar bien.