Yo lo veo diferente
- Ana Karen
- 19 oct 2020
- 2 Min. de lectura
Hablemos de defender tu identidad.
¿Quién soy? ¿Qué me define? ¿Cuáles son mis convicciones?
Son muchas las preguntas las que nos tenemos que hacer al momento de cuestionar nuestra identidad; sin embargo, hoy quiero contarte mi camino hacia defender la mía.
En realidad, creo que pasó mucho tiempo para que yo cuestionara mi identidad. Fueron muchos años en los que tal vez solamente seguí la corriente y aunque siempre he tenido claro qué me gusta y qué no me gusta, creo que muchas veces preferí no expresarlo para no generar conflicto y por miedo al rechazo.
Después de hacer una pausa en el camino y tomar un momento de reflexión, me queda más claro lo siguiente:
Defender tus creencias, convicciones y eventualmente tu identidad te va a costar amigos y familia.

Es el precio que se paga por tener la valentía de ser congruente con lo que piensas, dices y haces.
En el camino muchas de las personas cercanas a tí van a desafiar tus pensamientos, los van a desvalidar e incluso los van a criticar, pero no tengo duda que eso ayuda a forjar el carácter de la persona.
Porque la vida nos pone muchos obstáculos que retan nuestra fortaleza y determinación.
A lo largo del camino, quienes nos acompañen y las mismas circunstancias de la vida nos harán dudar más de una vez si estaremos tomando el camino correcto o no, pero hoy te invito a confiar en tí, a darte ese voto de confianza para seguir adelante.
¿Hasta qué punto la defiendo?
No me gustaría dejar de lado el tema de la necedad, porque una cosa no tendría que confundirse con la otra.
Defender tu identidad no se trata de cerrarse a una sola opción o pensar que tu forma de pensar es la única o la mejor. Se vale cuestionarse, incluso se debe hacer de forma regular, porque somos seres que cambian y con ello nuestro pensamiento.

En esta búsqueda de identidad sé fiel a ti misma/o, pero no te olvides de abrir bien los ojos y escuchar con atención, TODOS seguimos aprendiendo, y todas las opiniones deben ser escuchadas.
¡No te aisles!
Defender tu identidad tampoco significa separarse de todo aquel que piensa diferente a tí. Más bien significa informarte más, para reconocer si ese es el verdadero camino que quieres tomar.
Se trata de abrir más tu mente y nutrir tus pensamientos, se trata de tener la humildad suficiente para cuestionar tus creencias y tus principios.
Entonces recuerda, no pasa nada si no piensas como todos los demás, no pasa nada si muchos piensan distinto a tí, no necesitas la validación de los demás para reconocerte a ti misma/o.
Sé valiente y habla cuando tengas algo que decir, convierte tus pensamientos en realidades, porque habrá muchos que sí decidan acompañarte en el camino, pero tampoco te cierres a la idea de escuchar otras opciones y construye tu identidad a base de respeto e inclusión.
Porque recuerda, todos contamos una historia desde un contexto diferente, cada quien a su ritmo y con sus propios capítulos.
Y tú, ¿Qué has tenido que defender contra corriente?
Cuéntame de tu proceso para encontrar tu identidad.
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