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El poder del “Es que”

  • Foto del escritor: Ana Karen
    Ana Karen
  • 10 ago 2020
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 27 dic 2020


Hablemos de eso que llaman autosabotaje


No tiene mucho tiempo que escuché esa frase y me sorprendió la manera en la que me identifiqué con el término autosabotaje. Siempre la había escuchado como algo que se hacía a algo o alguien más, como sabotear un evento o una propuesta pero nunca me había hecho consciente de que no necesitas que alguien lo haga cuando te lo puedes hacer a ti mismo, y peor aún, es mucho más probable que te lo hagas a ti mismo a que alguien te lo haga.

¿Cuántas veces has querido hacer algo y pones el pretexto más grande o más pequeño para no hacerlo?

He aprendido que el autosabotaje va acompañado del miedo que no te permite hacer acción y solo te paraliza, ese pensamiento que se convierte en un estado que te invita a no salir de tu zona de confort y te dice todas las razones por las cuales la intención de hacer algo diferente puede salir mal.


“Es que no estoy preparada”

“Es que no soy tan buena para eso”

“Es que ya hay muchas personas que lo hacen”

“Es que ahorita no tengo tiempo”

“Es que me da pena”

“Es que no sé si vaya a pegar”

“Es que es mucho trabajo”

“Es que no es tan fácil”

“Es que no tengo todas las herramientas”

“Es que no sé por dónde empezar”

“Es que...” “Es que...” “Es que…”

¿Alguna vez habías pensado el poder que tienen esas palabras?


i can do it


Podría hacer un ensayo de todas las veces en las que usé la frase “Es que” para justificar mi inacción.

La vida se compone de oportunidades y ojalá agradeciéramos cada una de ellas y las tomáramos con las herramientas que tenemos en ese momento.

Con el mucho o poco conocimiento que tengamos y sobre todo con la idea de que todo siempre es aprendizaje y que definitivamente serás una mejor persona después de haber intentado eso que te da curiosidad. Independientemente del resultado, sabrás que eres una persona mucho más valiente que ayer, que confía en su grandeza y reconoce sus vulnerabilidades, pero aprovecha cada una de ellas para aprender y ser la mejor versión de sí misma.

De hoy en adelante te invito a repetirte la siguiente frase cada vez que vayas a iniciar una frase con las palabras “Es que”.


Tengo la capacidad de hacer todo lo que me proponga, todo es aprendizaje y todo es por mi bien.

Y tú ¿Cuántas veces te has autosaboteado?


Cuéntame las cosas que has dejado de hacer por autosabotearte.



 
 
 

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