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¿Por qué no captó la indirecta?

  • Foto del escritor: Ana Karen
    Ana Karen
  • 2 nov 2020
  • 2 Min. de lectura

Hablemos de los mensajes ocultos en nuestro lenguaje.


¿Cuántas veces has esperado que alguien haga algo sin que se lo pidas? ¿Cuántas veces han esperado algo de ti que tu ni sabías?


Ambos escenarios describen la misma situación. Una es de ti a los demás y otra de los demás a ti. Y en ambos casos, el problema es la falta de comunicación asertiva.


¿Qué es la comunicación asertiva?

Se trata de decir lo que pienso, siento o necesito de forma clara, buscando las palabras adecuadas que no hieran a los demás y sobre todo, se trata de asegurarse que la otra persona a la que le estoy dando mi mensaje comprenda exactamente lo que quise decir.

Suena súper fácil pero creo que es algo que como sociedad nos hace falta practicar.

El tema me parece tan relevante porque por mucho tiempo me compré esta idea de “si te lo tengo que pedir, entonces ya no vale”. Ahora lo pienso y digo ¡¿Quéeeeee?!

¡NO! Si queremos vivir relaciones más sanas dejemos de lado estos pensamientos tóxicos de poner la presión en el de junto para que adivine nuestros pensamientos y satisfaga nuestros deseos y necesidades solo porque sí.




Recordatorio personal: Sí, sí es necesario que digas las cosas. Aplica para lo que te gusta y lo que no te gusta.

¿Qué onda con las indirectas?

Esto me lleva al otro punto importante. Creo que si algo ha generado confusión y malos entendidos son las famosas indirectas, que aunque algunos sí las captan, la verdad creo que perjudican nuestras relaciones, porque una vez más, esperamos que todos las capten.

Hoy te invito a que tengas el valor suficiente de decir o pedir las cosas que necesitas, así, con todas las palabras necesarias y si eres alguien que ya lo hace reconócete por ello, porque sí se requiere valor.

No sé si te ha pasado, pero vivir esperando que los demás hagan lo que tu quieres o dejen de hacer algo que no te gusta, solo te lleva a decepciones y frustraciones.

Por eso, creo que uno de los pasos más importantes del amor propio y la madurez, es comprender que no le puedes dar la responsabilidad a los demás de hacerte feliz, para eso te tienes a ti y cuando descubres eso, verdaderamente te vuelves independiente y autosuficiente.


Para recapitular, te invito a expresar tus sentimientos y necesidades de forma clara y recuerda, si te toca ser quien escucha, sé empático, pregunta si en verdad entendiste lo que el otro quiere decir y presta atención.

No hay nada más valioso que estar con alguien que te escucha con atención.

También te invito a cuestionarte ¿por qué me cuesta trabajo decir lo que realmente quiero o no quiero?

¿Qué es eso que estoy evadiendo y no me permite ser yo? Recuerda que a todo el mundo lo puedes engañar, pero nunca a tu consciencia.


Y tú, ¿Cuándo fue la última vez que no te captaste una indirecta?

Cuéntame qué piensas de hablar con mensajes ocultos o de forma directa.


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