¿Y tú qué estás haciendo?
- Ana Karen
- 28 sept 2020
- 2 Min. de lectura
Hablemos de la comparación.
Imagina que estás con tu celular, viendo el perfil de tu influencer favorita/o. Según tú solo vas a echar un vistazo rápido y de un momento a otro ya te quedaste media hora viendo todo su contenido.
Después pasaste a otra persona. Ahora es un amigo tuyo, después un conocido, que no es muy cercano a ti pero que ubicas perfecto.
Todos tienen algo en común. Están haciendo algo.
Lo que dejan ver en sus redes sociales es que están con nuevos proyectos, viajando, iniciando una dieta, cambiando de trabajo, emprendiendo un negocio, cumpliendo metas, obteniendo nuevos logros, sonriendo, demostrando que sí se puede, que ya es momento de hacer acción.
Mientras, tú estuviste ese tiempo solo observando y aunque te alegra todo eso que les está pasando a los demás, bloqueas tu celular, lo apartas un poco de ti, cambias de posición y solo te preguntas ¿Yo que estoy haciendo?
Suele ser abrumador, porque en tu cabeza tú no estás haciendo nada de eso. Aparentemente estás estática/o y lo que es peor, sientes que estás perdiendo el tiempo. ¿Te ha pasado?
Si tu respuesta es sí, ¡chócalas! Me ha pasado un montón de veces.
Compararse es un arma de doble filo.
Puedes ser tu aliado para continuar con tu crecimiento personal, un estándar al que quieres llegar. Sin embargo, creo que se debe tener mucho cuidado y no permitir que esa comparación te genere un sentimiento de angustia o desvalidación.

Y es que ese es su otro lado, el que comienza como una idea pero se convierte en un juicio hacia tu persona que se siente como algo abrumador, que te ahoga y te recuerda que tu deberías estar haciendo algo más.
Hoy te digo lo siguiente. Sí estás haciendo algo. No tienes por qué tener lo mismo que los demás porque cada quien es único, y tampoco esperes ser como alguien más porque nunca va a ser así.
Libera ese pensamiento que solo traerá frustraciones.
Tal vez aún no tienes lo que quieres, pero estás en el camino para lograrlo. No tienes porque lograr todo hoy, mañana o en un mes. Todo llegará a su tiempo. No quieras correr hacia lo que caminando vas a llegar.
Enfócate en lo bueno y permítete reconocer tus pequeños éxitos del día que se ven diferentes para cada uno. Tus éxitos son solo tuyos y debes aprender a identificarlos. No te olvides de ellos, no los minimices.
No vivas tus éxitos a través de la comparación.

Hazte consciente de todo lo que tienes en cada una de tus esferas y permítete reconocerte como un ser único, suficiente, poderoso, lleno de energía que tiene un montón de historias de éxito. Ten paciencia. Y también recuerda, no solo a tí te ha pasado, porque así como tu ves y admiras a alguien, alguien te ve y te admira a ti. Ojalá esa personas seas tu misma/o.
Y tú ¿cuántas veces te has comparado?
Cuéntame cuál ha sido la comparación que más te ha lastimado.
Comentarios